El presidente Javier Milei se aproxima a octubre con la certeza de que en el resultado de esa elección se jugará la segunda parte de su mandato. A medida que se acercan las elecciones, la situación política se vuelve cada vez más tensa. Entre el cierre de listas y las turbulencias financieras, la semana concluyó con una aceleración en la suba de tasas, enfrentamientos con los bancos y el desafío de mantener el dólar y la inflación bajo control en un contexto de enfriamiento de la actividad económica.
El contexto revoltoso obligó al Presidente a convocar a una reunión de gabinete en un día inusual, aprovechando un feriado. Durante esta larga reunión, Milei insistió en que sus ministros se enfocaran en las estrategias para el próximo fin de semana, marcado por actos conmemorativos en honor a José de San Martín.
En Modo Campaña: Defendiendo la Motosierra y Anunciando el Fin de la Inflación
La Libertad Avanza (LLA) parte como favorita para octubre. Todo indica que ganará las elecciones ante una oposición que todavía busca reacomodarse. Sin embargo, el peronismo enfrenta internas feroces bajo la aparente unidad de Fuerza Patria. Además, el radicalismo se encuentra fracturado en provincias como Buenos Aires y Córdoba, mientras que el PRO lidia con una crisis interna.
A pesar de ello, el gobierno se enfrenta a un desafío significativo: el tiempo no juega a su favor. Según las encuestas, la imagen negativa de Milei supera a la positiva. Aunque los principales opositores están en una situación similar, la percepción general parece ser que Milei es el menos malo.
La agenda del gobierno será complicada en los próximos meses, con decisiones difíciles que tendrán que ser tomadas antes de las elecciones. Proyectos de ley relacionados con aumentos de jubilaciones y otras emergencias, que serán vetados, podrían resultar en un costo político inevitable para Milei, quien busca mantener el superávit fiscal como prioridad.
Pragmatismo y Alianzas: El Congreso en Contra
El Congreso no es un aliado natural para Javier Milei. Los vínculos con antiguos aliados se están desmoronando, lo que ha llevado a la necesidad de cerrar alianzas con gobernadores. Sin embargo, el cambio en las condiciones para los bancos respecto a los encajes ha generado un descontento significativo en el sector. Esto podría afectar la liquidez del mercado y, a su vez, el acceso al crédito, esencial para la recuperación económica.
En este contexto, el gobierno ha decidido reforzar su presencia política, colocando a figuras clave como Patricia Bullrich en posiciones estratégicas. A medida que se acercan las elecciones, Milei necesitará consolidar su músculo político para enfrentar el segundo tramo de su gestión.
Desafíos Previos a las Elecciones: La Provincia de Buenos Aires y Corrientes
Las elecciones en Corrientes y la provincia de Buenos Aires serán cruciales para Milei. La presión de los resultados podría influir en la percepción general de su gobierno. Las encuestas iniciales no son prometedoras, y se especula que podría ser una táctica de los libertarios jugar a perder para atraer a los indecisos.
Además, el Presidente planea descender al territorio para movilizar apoyo, especialmente en áreas donde el PRO tiene intendentes que no se alinean completamente con su agenda. Mantener el frente político en esos lugares es vital para contrarrestar el avance de la oposición.
El Peronismo en Tensión Permanente
Con las elecciones a la vista, el peronismo enfrenta una situación compleja. A pesar de los pronósticos optimistas, las divisiones internas podrían costar caro. El cierre de listas dejó a muchos sorprendidos, especialmente con Cristina Kirchner dominando el proceso en Buenos Aires. La percepción de que el kirchnerismo está buscando esconder sus debilidades podría ser una estrategia arriesgada.
En resumen, la situación política en Argentina es volátil y cargada de desafíos para Javier Milei. Las decisiones que tome en las próximas semanas serán decisivas para su futuro y el del país. Con la presión de las elecciones y la inestabilidad económica, el camino hacia octubre es, sin duda, cuesta arriba.
